Es una metodología desarrollada por la Organización Mundial de la Salud para la vigilancia de enfermedades transmisibles, utilizada por primera vez en una campaña para erradicar viruela[1], también se ha utilizado para monitorear situación de salud y medir el impacto, cobertura y costos de las actividades de atención primaria en salud.
Características
- Seguimiento a grupos de población que son seleccionados por su grado de representatividad de grupos de población específicos.
- La muestra que se incluye, es una muestra estratificada de las comunidades bajo vigilancia, en las que se visita familias y se hacen encuestas periódicamente para obtener información de casa en casa.
- El personal de salud se capacita para hacer las encuestas, lo que implica capital humano formado y actualizado en forma continua.
- Los funcionarios de salud involucrados a nivel local y regional aprenden a procesar y analizar la información.
- La metodología permite obtener re-alimentación rápido.
- Los hallazgos son diseminados entre los líderes e involucrados en toma de acciones en la propia comunidad para desarrollar actividades de salud.
Ventajas
- Es útil para hacer medición de impacto de intervenciones con relación al costo de las mismas.
- Hace uso de los resultados para mejorar programación y la planificación local creando una fuente de datos complementarios al sistema rutinario de información
- Permite utilizar mejor los recursos disponibles, porque permite medir cambios en el estado de salud periódicamente.
- Incluye actividades de promoción, abogacía y movilización social
- Es altamente costo-efectiva porque concentra recursos de medición en un tiempo y un lugar.
- Se puede implementar muy rápido y permite monitorear la comunidad y evaluar el impacto de las intervenciones en salud.
- Es una herramienta ágil que permite tener información actualizada para investigar si las intervenciones producen los resultados esperados.
- Son un componente complementario a los sistemas de información y ayuda a para validar y enriquecer los datos recolectados por otras fuentes.
Las zonas, familias e individuos vulnerables pueden ser el punto la alerta a tiempo como lo hace un “centinela” sobre los cambios que podrían afectar después al grupo que es menos vulnerable. Un indicador adecuado que es obtenido de los grupos centinela y en una fase apropiada permitirá tomar decisiones correctas para prevenir situaciones de hambre y problemas alimentario nutricionales y para decidir utilizar los recursos para reducir la vulnerabilidad al hambre extrema.
[1] Costa Rica, Ministerio de Salud Desarrollo de Comunidades Centinela sobre alimentación y nutrición /Ed. Pedro A Garcia Blandon, Melany Ascencio 1ª edición. San Jose Costa Rica 1999
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