El 11 de febrero como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia surge a partir de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2016 con el fin de lograr el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas, además de lograr su empoderamiento y la igualdad de género,
La brecha de género en los sectores de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM) persiste desde hace años en todo el mundo. A pesar de que la participación de las mujeres en las carreras de grado superior ha aumentado enormemente, estas todavía se encuentran insuficientemente representadas en estos campos.
En la actualidad, menos del 30 por ciento de los investigadores en todo el mundo son mujeres. Según datos de la UNESCO (entre 2014 y 2016), solo alrededor del 30 por ciento de todas las estudiantes escogen estudios superiores dentro del campo de las ciencias, la tecnología, la ingeniería y matemáticas (STEM). En el todo el mundo, la matrícula de estudiantes femeninas es particularmente baja en el campo de la tecnología de la información y las comunicaciones (TIC), con un tres por ciento; ciencias naturales, matemáticas y estadísticas, con un cinco por ciento, y en ingeniería, manufactura y construcción, con un ocho por ciento.
Los prejuicios y los estereotipos de género que se arrastran desde hace mucho tiempo continúan manteniendo a las niñas y mujeres alejadas de los sectores relacionados con la ciencia.
En el libro “Mujeres Científicas en las Américas: sus historias inspiradoras”, luego de entrevistar a 12 mujeres científicas en los distintos campos de la ciencia, se llegó a estas conclusiones: es determinante la interacción hacia el mundo de la investigación durante la niñez temprana, con apoyo de la familia, en especial de los padres. Tener acceso a buenas oportunidades educativas facilita que la mujer acceda al campo de la ciencia. Es posible combinar las demandas de una carrera científica con las del matrimonio y la familia, las científicas entrevistadas sugieren no descartar la maternidad. El apoyo de la pareja fue importante para ellas, para que la carrera fuera alcanzable.
Entre las cualidades que ellas consideran tener que aportan a su trabajo como mujeres de ciencia, destacan: inteligencia; sensibilidad, que les permite atender problemas biológicos de una manera más profunda; intuición, paciencia y persistencia, cualidades importantes para la investigación; fortaleza, sentido de sacrificio, certeza.
En cuanto a los impedimentos que pueden encontrar en su carrera, opinaron que cualquier obstáculo que pudiera presentarse puede superarse mediante perseverancia, paciencia y trabajo duro. Fracasar o retirarse nunca ha sido una opción para ellas.
“El mundo no puede permitirse el lujo de desaprovechar las contribuciones de la mitad de su población. …debemos intensificar los esfuerzos por modificar la cultura laboral para que las niñas que sueñan con dedicarse a la ciencia, la ingeniería y las matemáticas puedan gozar de una vida profesional plena en esos campos.”
Antonio Guterres, Secretario General de la ONU
Fuente:
Macho Stadler, Marta. “Mujeres Científicas en las Américas: sus historias inspiradoras” Red Interamericana de Academias de Ciencias (IANAS)
Versión digital y gratuita en este enlace.
https://www.un.org/es/observances/women-and-girls-in-science-day/
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