El 4 de febrero de cada año, la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) y la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC) conmemoran el Día Mundial contra el Cáncer.
El objetivo de conmemorar el Día Mundial contra el Cáncer es aumentar la concienciación y movilizar a la sociedad para avanzar en la prevención y control de esta enfermedad; al respecto, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) hace un llamado a que todo el mundo, a nivel colectivo e individual, se comprometa a fortalecer las acciones dirigidas a reducir el impacto del cáncer.
Esto puede lograrse mediante la reducción de los factores de riesgo para el cáncer, impulsando el tamizaje y detección del cáncer en etapas tempranas y la mejora en el acceso al diagnóstico, tratamiento adecuado y cuidados paliativos.
Prevención del cáncer
Al menos un tercio de todos los casos de cáncer pueden prevenirse. La prevención constituye la estrategia a largo plazo más costo eficaz para el control del cáncer.
Es importante conocer factores de riesgo para el cáncer, que pueden evitarse:
El tabaquismo es el factor de riesgo evitable que por sí solo provoca más muertes por cáncer en todo el mundo. El humo de tabaco provoca distintos tipos de cáncer, como los de pulmón, esófago, laringe (cuerdas vocales), boca, garganta, riñón, vejiga, páncreas, estómago y cuello del útero. Alrededor del 70% de la carga de cáncer de pulmón puede atribuirse al tabaquismo como única causa.
Falta de actividad física, factores alimentarios, obesidad y sobrepeso. Existe un nexo entre el sobrepeso y la obesidad, por un lado, y muchos tipos de cáncer, como el de esófago, colon y recto, mama, endometrio y riñón, por el otro. El consumo excesivo de carnes rojas y en conserva puede estar asociado a un mayor riesgo de contraer cáncer colorrectal.
Algunas medidas de prevención
Una forma de afrontar la lucha contra el cáncer consiste en modificar los hábitos alimenticios. Las dietas ricas en frutas y hortalizas pueden tener un efecto de protección contra muchos tipos de cáncer. Unos hábitos alimentarios saludables que previenen el desarrollo de tipos de cáncer asociados al régimen alimentario, contribuyen además a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
La actividad física regular y el mantenimiento de un peso corporal saludable, junto a una dieta sana, reducirán considerablemente el riesgo de contraer cáncer.
Con la puesta en práctica de políticas y programas nacionales se podría promover una mayor conciencia y reducir la exposición a los factores de riesgo, asegurándose de que las personas reciban la información y el apoyo que necesitan para adoptar estilos de vida saludable.
Fuente: OPS
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